Una nueva interpretación de la mecánica cuántica, sugiere que el observador no afecta la realidad.
Updated: Jan 23, 2022
por Aalto University

Jukka Liukkonen (left) y Jussi Lindgren (right) describen el principio de incertidumbre de Heisenberg. Credit: Aalto University.
La mecánica cuántica surgió en la década de 1920, y desde entonces los científicos han estado en desacuerdo sobre la mejor manera de interpretarla. Muchas interpretaciones, incluida la de Copenhague presentada por Niels Bohr y Werner Heisenberg, y en particular la de von Neumann-Wigner, afirman que la conciencia de la persona que realiza la prueba afecta a su resultado. Por otro lado, Karl Popper y Albert Einstein pensaban que existe una realidad objetiva. Erwin Schrödinger propuso el famoso experimento mental sobre el destino de un gato desafortunado que pretendía describir las imperfecciones de la mecánica cuántica.
En su último artículo, dos funcionarios finlandeses, Jussi Lindgren y Jukka Liukkonen, que estudian la mecánica cuántica en su tiempo libre, analizan el principio de incertidumbre desarrollado por Heisenberg en 1927. Según la interpretación tradicional del principio, la posición y el momento no pueden determinarse simultáneamente con un grado de precisión arbitrario, ya que la persona que realiza la medición siempre afecta a los valores.
Sin embargo, en su estudio Lindgren y Liukkonen llegaron a la conclusión de que la correlación entre la ubicación y el momento, es decir, su relación, es fija. En otras palabras, la realidad es un objeto que no depende de la persona que lo mide. Lindgren y Liukkonen utilizaron en su estudio la optimización dinámica estocástica. En el marco de referencia de su teoría, el principio de incertidumbre de Heisenberg es una manifestación del equilibrio termodinámico, en el que las correlaciones de las variables aleatorias no desaparecen.
"Los resultados sugieren que no hay ninguna razón lógica para que los resultados dependan de la persona que realiza la medición. Según nuestro estudio, no hay nada que sugiera que la conciencia de la persona pueda perturbar los resultados o crear un determinado resultado o realidad", afirma Jussi Lindgren.
Esta interpretación respalda las interpretaciones de la mecánica cuántica que apoyan los principios científicos clásicos.
"La interpretación es objetiva y realista, y al mismo tiempo lo más sencilla posible. Nos gusta la claridad y preferimos eliminar todo el misticismo", dice Liukkonen.
Los investigadores publicaron su último artículo en diciembre de 2019, en el que también utilizaron el análisis matemático como herramienta para explicar la mecánica cuántica. El método que utilizaron fue la teoría de control óptimo estocástico, que se ha utilizado para resolver retos como la forma de enviar un cohete de la Tierra a la Luna.
Siguiendo la navaja de Occam, la ley de la parsimonia llamada así por Guillermo de Ockham, los investigadores han elegido la explicación más sencilla de entre las que encajan.
"Estudiamos la mecánica cuántica como una teoría estadística. La herramienta matemática es clara, pero algunos pueden pensar que es aburrida. Pero, ¿es una explicación realmente una explicación, cuando es confusa?", se pregunta Lindgren.
La física es una gran afición para un funcionario
Además del estudio de la mecánica cuántica, Lindgren y Liukkonen tienen muchas otras cosas en común: ambos fueron miembros del mismo club de matemáticas en el Liceo de Kuopio, ambos han realizado investigaciones de posgrado y ambos tienen carreras como funcionarios. Liukkonen ya ha terminado su tesis doctoral sobre la ecografía endoscópica en las articulaciones y ahora trabaja como inspector en la Autoridad de Seguridad Radiológica y Nuclear.
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