China encierra a miles de personas en el norte mientras se extiende el brote de Delta
Updated: Jan 23, 2022

China cerró el lunes un condado que ha visto el mayor número de casos de COVID-19 en el último brote del delta del país, a medida que un brote inicial en el noroeste se convierte rápidamente en un aumento a nivel nacional.
Ejin, un condado del noroeste de Mongolia Interior, ha pedido a sus 35.700 residentes que se queden en casa a partir del lunes y les ha advertido de las responsabilidades civiles y penales en caso de que alguien desobedezca la orden, informó la cadena estatal CCTV, citando un comunicado del gobierno local. El pequeño condado fronterizo con Mongolia es el punto álgido del actual brote, en el que se ha producido casi un tercio de los más de 150 contagios detectados la semana pasada en el continente.
El cierre se produjo un día después de la advertencia de los funcionarios de la Comisión Nacional de Salud de que el brote seguiría empeorando tras extenderse a 11 provincias en una semana. China informó el lunes de 38 infecciones por COVID-19, la mitad de las cuales se produjeron en Mongolia Interior.
La capital, Pekín, que ha visto una docena de nuevos casos rastreados hasta el noroeste, ha prohibido prácticamente la entrada de personas procedentes de cualquier lugar del país en el que se hayan notificado casos locales de COVID-19. Las personas que tengan que visitar Pekín desde esas zonas deben presentar una prueba de COVID-19 realizada como máximo dos días antes, y someterse a dos semanas de control sanitario no especificado.
Mientras tanto, las provincias con un puñado de casos - incluyendo Pekín; Mongolia Interior, Gansu y Ningxia en el noroeste; y Guizhou, en el suroeste, han sido prohibidas de realizar viajes a través del país. También se han suspendido todos los servicios ferroviarios en China relacionados con el turismo, ya que el brote actual ha hecho que el virus se propague rápidamente entre los grupos de turistas.
La intensificación de las restricciones pone de manifiesto el reto al que se enfrentan incluso las formidables restricciones del COVID-19 de China para controlar la variante delta, altamente contagiosa. El país es la única nación del mundo que sigue intentando eliminar la transmisión local del virus en un momento en que otros países dela zona llamada COVID-Zero desde Singapur hasta Australia- han pasado a tratarlo como endémico.
China ha conseguido sofocar una serie de brotes desde que el Delta traspasó por primera vez sus estrictos controles fronterizos en mayo. Uno de ellos, en julio y agosto, llegó a extenderse a media China, lo que obligó a las autoridades a cortar el transporte desde las zonas que son focos de infección y a realizar múltiples pruebas a las poblaciones locales para reducir las infecciones a cero, sólo para ver cómo surgen luego nuevos brotes.
Comments